Posibilidad de realizarla bien lineal o bien circular.
Por el puerto 7 km. Dificultad baja.
Por camino 4 km. Dificultad media.
Circular: 11 km. Dificultad media.
Llevar agua. No hay fuentes.
Por carretera, la sombra dependerá del trazado. En el camino, buena sombra.
Saliendo del camping emprendemos la ruta por el arcén de la derecha. A pocos metros a la izquierda el puente por el que cruzaremos el río.
Tomando como referencia el sonido del tráfico al topar con los frenos o bordillitos en el asfalto, sabremos que estamos a su altura. Extrema precaución. En ese cruce convergen dos vías: una en dirección a Fuertescusa. La otra, a Beteta.
El tráfico de la izquierda en particular los enormes camiones en su de venir a Solán de Cabras, es peligroso al realizar maniobras de aproximación y giro. No estaría demás alejarnos unos metros de la carretera, el terreno aquí lo permite.
Cuando tengamos la seguridad de que el puente queda suficientemente atrás, podemos pasar al otro lado.
Tráfico a la izquierda. Río a la derecha.
El arcén es minúsculo. Sin perder la referencia que nos facilita el borde de la carretera a la vez que el quitamiedos, trazando un semicírculo con el bastón, encontraremos el borde del puente.
Tráfico al frente y atrás.
Entre la barandilla de la derecha y un quitamiedos metálico podremos pasar al otro lado del río sin peligro pues forman un pequeño pero estrecho caminito. Finalizado este tramo a la derecha, un estrecho sendero bordeado por una gran cantidad de zarzales nos dirigiría a una cuesta escalonada ancha pero sin pasamanos, por tanto cautela, abajo el río.
Buena zona de baño para el perro guía si bien, extrememos el control en obediencia ya que podría alejarse e introducirse bajo el puente. No existe playa, solo piedra. Zona muy húmeda y terreno escurridizo.
Tomemos de nuevo como referencia el puente habiendo cruzado por encima del río.
Si continuamos por este lado de la carretera, (arcén derecho), a unos 300 metros y antes de alcanzar el túnel que se presenta ante nosotros, de 800 metros de largo, por el que tan sólo se autoriza tránsito de coches y camiones, encontraremos el camino que nos llevará al mirador situado sobre nuestra cabeza.
“Este camino fue mandado hacer por Isabel II en su viaje a Solán de Cabras” (la voz popular cuenta que bebiendo del caño de en medio quedaría embarazada).
No confundir con otros dos caminos anteriores. Uno nos conduciría a un chiringuito, muy recomendables sus hamburguesas. El otro, no es conveniente seguirlo ya que nos interna en el bosque, con grandes subidas y gran cantidad de piedras sueltas. Si llegáramos a tomar este complicadísimo trayecto no tardaríamos en darnos cuenta del equívoco pues el tráfico quedaría a nuestra espalda permanentemente. Sin embargo nuestra ruta sería: tráfico atrás, izquierda, izquierda, abajo.
No existen referencias claras para su localización ni quitamiedos, ni cambios notables en el arcén, no existen ni rocas que marquen su comienzo, es decir, NADA! Toda una aventura.
Se sugiere aproximarse en lo posible al túnel y retroceder. Es ancho y bien delimitado, si bien, se haya invadido por multitud de piedras, arbustos y ramas de pinos a la altura de la cabeza. POR FAVOR!, se ruega no alterar el orden natural del entorno, es decir, suframos estos abatares con paciencia y en silencio.
Los ruidos en torno nuestro serán provocados con casi entera seguridad por habitantes del espacio boscoso como pueden ser: ardillas, lagartos, zorros,…,.
Cuando alcancemos la carretera del puerto, 50 metros a la izquierda: El mirador. Este se localiza fácilmente, no hay más que seguir el quitamiedos metálico. Se trata de un espacio rectangular y en él, un banco de piedra. Desde aquí se divisa toda la Dehesa: A la 1 el camping, a las 6 y a nuestros pies el túnel, de 9 a 3 el río Escabas. Nos rodea monte bajo.
La otra opción en la subida, es por la antigua carretera del puerto. Poco transitada. Situada en el margen izquierdo pasando el puente. Precaución, poco utilizada pero pudiera pasar algún vehículo, motos, bicicletas o animales de carga.
Colocándonos en su margen derecho en casi toda la subida tenemos una perfecta referencia, quitamiedos metálicos.
Haciendo caso omiso a las interrupciones que en ocasiones aparecen, alcanzaremos fácilmente nuestro propósito. Estas interrupciones de los quitamiedos metálicos son en ocasiones motivadas por caminos que adentrándose en la masa forestal, conducen a pequeñas casitas o huertos en barbecho.
El entorno está formado fundamentalmente por grandes pinares y buena diversidad de árboles de distintas especies como de matorrales.
El retorno al camping es tan sencillo como invertir el recorrido.